Aprender a tocar la guitarra con los pies supone un auténtico reto, ¿verdad?
Ya os imagino pensando en descalzaros y tratando de hacer una pentatónica con los dedos de los pies con una sensación de lógica torpeza y sobretodo de incomodidad (¡cuidado! que nadie se caiga de la silla)
Muchos músicos, no tan conocidos desgraciadamente, han tenido que aprender a tocar de este modo la guitarra debido a algún tipo de discapacidad, ya que ante la falta de poder usar los dedos de sus manos potencian la capacidad de uso de sus pies. Muchos de ellos son grandes virtuosos.
Sin llegar tan lejos os mostraré las posibilidades rítmicas de nuestros pies durante el proceso de aprendizaje de la guitarra ¡Oh! ¿pero no vamos a tocar un solo de guitarra con los pies? Pues no, pero haremos que suene de escándalo con nuestras manos y una buena base de percusión con nuestros pies.
Para empezar, ¿alguno de vosotros ha intentado marcar el ritmo de la canción que está tocando con un pie?
¿Os habéis parado a pensar si marcáis realmente bien el ritmo?
Este es un reflejo prácticamente de nacimiento que todos tenemos, pero que muchos guitarristas no realizan al cien por cien correctamente por estar más pendiente de lo que tocan con sus manos.
El primer ejercicio que os recomiendo que hagáis es que toquéis una canción con la guitarra y estéis pendientes de si estáis marcando el ritmo con el pie (izquierdo o derecho) adecuadamente. Escuchad bien la batería. Después repetid el ejercicio llevando el ritmo con ambos pies, primero intercalando un pie con el otro, después con ambos al mismo tiempo.
Parece fácil, ¿no?
Después de que hayáis hecho estos ejercicios estoy seguro de que valoraréis mucho más la labor de los bateristas. No sólo marcan el ritmo, añaden matices a las canciones haciendo una gran aportación a las mismas. Nosotros, los guitarristas, también podemos ser en parte bateristas sin tener que usar unas baquetas.
Para eso tenemos un variado surtido de instrumentos que podemos usar para hacer percusiones mientras tocamos la guitarra, desde una pandereta colocada en el suelo hasta sonajeros y panderetas que se adaptan a nuestros zapatos, una wood stompbox (una cajita de madera con un micro, también las hay midi para añadir el efecto de percusión que queramos), un pedal de bombo de batería que percute sobre una pandereta, cencerros o cajón flamenco...
No estamos tocando con una batería de fondo pero podemos obtener resultados alucinantes si tratamos de imitar en parte su función, ser más conscientes rítmicamente lo que nos aportará infinitos beneficios en la guitarra, tanto rítmica como solista.
Trabajar este ámbito mientras aprendemos guitarra nos garantizará recursos que solo tocando la guitarra difícilmente aprenderíamos, ya que nos centraríamos en otros aspectos ajenos a la percusión como tal.
Os aseguro que es muy entretenido aprender a tocar la guitarra mientras os acompañáis con percusiones de pies. En mi caso yo hago uso de una stompbox de fabricación casera y una pandereta de pie, usando tanto el pie derecho como el izquierdo. Esta forma de tocar es ideal para pequeños formatos y acústicos.
Escuchad las baterias de vuestras canciones favoritas, intentad jugar con todas las posibilidades rítmicas que os proporcionen los instrumentos que uséis, no dejéis de experimentar nunca.
Juan Miguel Luzón
Profesor de guitarra, ukelele y mandolina
