La historia del comercio humano es una historia antigua y rica. Desde los primeros días de la humanidad, las personas han intercambiado bienes y servicios entre sí para satisfacer sus necesidades y deseos.
En los primeros días, el comercio era principalmente un intercambio de bienes tangibles, como alimentos y herramientas. Los humanos cazadores-recolectores intercambiaban caza y pesca por frutas y vegetales cultivados por otros grupos. Con el tiempo, las civilizaciones antiguas comenzaron a desarrollar sistemas más sofisticados de comercio, como el comercio marítimo en Egipto y Mesopotamia.
Con la aparición de la agricultura y la ganadería, el comercio se volvió más complejo. Los antiguos comerciantes se especializaban en la producción de un producto específico y lo intercambiaban por otros productos. Los comerciantes ambulantes y las caravanas comenzaron a viajar largas distancias para intercambiar bienes.
En la Edad Media, el comercio se expandió aún más con la aparición de las ciudades y las ciudades-estado. Los comerciantes de estas ciudades establecieron redes comerciales que se extendían por todo el mundo conocido. Los mercaderes italianos eran especialmente proactivos en esta época, estableciendo relaciones comerciales con Asia y África.
En la época moderna, el comercio ha experimentado un rápido desarrollo con la introducción de nuevas tecnologías y la globalización. Los avances en transporte, comunicaciones y tecnología de la información han permitido un comercio más rápido y eficiente. Las empresas multinacionales y los acuerdos comerciales internacionales han contribuido a la creación de una economía global.
En resumen, la historia del comercio humano es una historia de evolución y crecimiento. Desde los primeros días de la humanidad, el intercambio de bienes y servicios ha sido una parte fundamental de la sociedad humana, y se ha desarrollado y adaptado a través de los siglos para adaptarse a las necesidades cambiantes de la humanidad.