Ahora que queda poco para la vuelta a las clases y a estudiar, no está de más recordar algunos puntos importantes para que las generaciones futuras sean exitosas, gracias tanto a los educadores como a los mismos niños.
Es muy importante que se tenga en cuenta que cada persona es un individuo diferente de otro, y por tanto, aunque haya que enseñar en igualdad, hay que hacer un plan personalizado para cada niño, adolescente o universitario.
Esto es algo que normalmente se pasa por alto en los colegios y por eso muchos niños necesitan refuerzo de fuera, en academias o con profesores particulares.
En mi opinión, los profesores nos debemos implicar mucho con nuestros alumnos, ya sean mayores o pequeños. Debemos esforzarnos por conocerlos y establecer una conexión con ellos, para poder saber cuál es su situación actual y cómo llevar a cabo nuestro trabajo con ellos.
Obviamente, un niño con muchos problemas personales no le dará tanta importancia a sus estudios, y en ese momento los adultos, tanto padres como profesores tenemos que estar alerta para saber cómo podemos actuar para ayudarle.
La educación es la base de esta sociedad, y no puede ser algo malo para los jóvenes. Todos tendríamos que querer crear nuestro propio futuro a base de nuestro esfuerzo. Pero hay muchos que no creen en sí mismos y por eso dejan de esforzarse por construirlo.
Para poner unos buenos cimientos, desde pequeños se les debe dar un refuerzo positivo. No solo hay que centrarse en regañarles o corregirles cuando hacen algo mal, también se les debe felicitar y premiar cuando lo hacen bien y consiguen sus objetivos. En ese momento, su motivación crece con mucha fuerza y empiezan a tener una visión de futuro.
Algo que también es muy importante es saber aconsejarles, pero siempre respetando sus decisiones personales a la hora de escoger cuál es el camino que quieren seguir, pues como he dicho antes, cada persona es un individuo diferente. Y respetar sus decisiones va de la mano con apoyarlas, para que ellos sientan que si fallan, siempre se podrán levantar teniéndonos a nosotros de su parte.
