Es un complemento que se encuentra en el Predicado, cuyo núcleo es un sustantivo o un adjetivo y que guarda relación con el sujeto de la oración (en ese caso, es un predicativo subjetinvo) o con el objeto directo (en ese caso, es un predicativo objetivo). Por ejemplo, en la oración "Juan es mi mejor amigo", "mi mejor amigo" es un predicativo subjetivo (guarda relación con "Juan", el sujeto); y en la oración "La nevera mantiene fríos los alimentos", "fríos" es un predicativo objetivo (guarda relación con "los alimentos", el objeto directo).

El complemento directo lleva la preposición "a" cuando hace referencia a una persona o a un elemento personificado (al que le estamos dando una entidad o valor similar al de una persona). En los demás casos no lleva preposición. Ejemplos: "Extraño las comodidades de la vida en la ciudad". (Sin preposición) "Visité a mi abuelo" (Con preposición, por tratarse de una persona) "Perdí a mi perro" (Con preposoción, por tratarse de un elemento personificado)

Es un complemento que se encuentra en el Predicado, cuyo núcleo es un sustantivo o un adjetivo y que guarda relación con el sujeto de la oración (en ese caso, es un predicativo subjetinvo) o con el objeto directo (en ese caso, es un predicativo objetivo). Por ejemplo, en la oración "Juan es mi mejor amigo", "mi mejor amigo" es un predicativo subjetivo (guarda relación con "Juan", el sujeto); y en la oración "La nevera mantiene fríos los alimentos", "fríos" es un predicativo objetivo (guarda relación con "los alimentos", el objeto directo).

El complemento directo lleva la preposición "a" cuando hace referencia a una persona o a un elemento personificado (al que le estamos dando una entidad o valor similar al de una persona). En los demás casos no lleva preposición. Ejemplos: "Extraño las comodidades de la vida en la ciudad". (Sin preposición) "Visité a mi abuelo" (Con preposición, por tratarse de una persona) "Perdí a mi perro" (Con preposoción, por tratarse de un elemento personificado)