Si una clase esta bien dada, el contenido de la misma esta muy por encima del valor de la clase, por desgracia, en el rol de alumno demoramos bastante en apreciarlo. En mi caso, transcurrido 5 años desde la ultima clase con Ricardo Cavalli (Profesor de Argentina) aún sigo aprendiendo de sus enseñanzas. El valor de lo que uno puede ofrecer dando una clase es altísimo y estoy dispuesto a devolver lo que se me fue dado.
Como expresé en el título, existe una gran diferencia entre profesores. Con esto me refiero a que no es lo mismo un profesor que trabaja dando clases y otro que lo hace por vocación. Si uno decide ser profesor es para ayudar a sus alumnos a crecer, con todo lo que esto significa. Nada en este mundo crece sin amor, por experiencia personal aprendí que la energía vital para estudiar y expresarse con el instrumento proviene de las buenas relaciones que uno tenga, con colegas, amigos, con la pareja con tus maestros, etc. Por eso mismo, sostengo que se puede transmitir conocimiento de una forma diferente. En mi caso busco que el alumno se mantenga motivado y encuentre un camino de aprendizaje donde los desafíos no lo traben, no va a ser la primera vez que mantengo un seguimiento de mis alumnos y decido llamarlos o agregarles alguna clase gratis para pasarle información extra, y así promover su seguridad y energía positiva con el instrumento.
A lo largo de los años me he dado cuenta que es la única manera de dar clases, ocuparse de el verdadero crecimiento, no de llenar una hora con el único fin de cobrar el mes.
Creo que educar es una actividad privilegiada, se puede hacer mucho bien a las personas. Y espero que mi mensaje motive a muchos profesores a disfrutar de la enseñanza!!
Federico Carreras
