Adrián

Mi método de enseñanza es completamente adaptable a cada alumno según sus necesidades. No hay dos personas iguales, así que ¿por qué enseñar siempre de la misma forma?

Además de reforzar el nivel escolar y ayudar con los deberes, busco hacer la asignatura atractiva. Siempre me han encantado las anécdotas y las curiosidades históricas, y en las clases trato de contagiar esa pasión por el estudio de lo antiguo. Los alumnos siempre quedan con ganas de más.

También procuro darle al alumno las herramientas para que pueda ser autosuficiente a la hora de seguir aprendiendo e indagando en cualquier ámbito. No hay mayor recompensa que un alumno te cuente lo que ha investigado por su cuenta.

Creo que lo que más me caracteriza en el aula es la buena conexión con los estudiantes y la pasión con la que vivo mi profesión y con la que procuro transmitir la asignatura.