Alberto Rodríguez Ballesteros

Mi metodología de las clases varía en función del tipo de alumno/a al que me enfrento.

Con aquellos/as que únicamente tienen dudas concretas que aún no han conseguido resolver, generalmente es suficiente con resolver dichas dudas y aportar una serie de ejercicios extra para que el alumno/a trabaje en casa.

Si el problema es de base, es decir, al alumno/a le faltan conocimientos básicos necesarios para entender los que está dando en el momento de inicio de las clases, generalmente aconsejo a la familia incrementar el número de clases durante las primeras semanas para que el alumno/a pueda ponerse al día lo antes posible con la materia. Esto es realmente importante, porque sino la asignatura se convierte en una bola de nieve cada vez más grande que luego no hay quién la deshaga.

Si el problema es que el método de enseñanza que el alumno recibe en clase no es apropiado para su entendimiento, entonces yo utilizo métodos que a mi parecer son más didácticos y que ayudan a captar mejor la atención del alumno/a y a fijar sus conocimientos.

Siempre mantengo un contacto cercano a los tutores/as del niño/a, porque creo que su involucración sigue siendo fundamental incluso habiendo contratado a un profesor particular. Al fin y al cabo, los conocimientos se fijan en casa, que es donde el alumno/a debe seguir trabajando lo aprendido durante mis clases.

Con un buen método, un alumno/a con ganas de aprender y estudiar, y unos padres involucrados en su progreso, seguro conseguiremos su aprobado incluso con una notaza.