Gisela Llobet Rovira

No tengo un método establecido, ya que éste varia dependiendo de las necesidades de cada alumno. Mi objetivo es realzar los puntos fuertes y trabajar los débiles. La primera clase me gusta situarme y apreciar el nivel del alumno en todos los ámbitos: spreaking, grammar, Reading... Una vez realizada esta primera toma de contacto, dependiendo de cuales sean sus objetivos, programo y establezco una metodología u otra. En todo caso, me gusta hacer la clase lo más dinámica posible. Siempre hay momentos de tener que sentarse en una mesa y aprenderse el verbo To be de memoria, pero ¡también se puede disfrutar aprendiendo un idioma! Siempre se pueden encontrar maneras más amenas y igual de eficientes o incluso más, que sentarse en una silla y memorizar. Mi objetivo es que el propio alumno tenga ganas de aprender, de acudir a las clases, que se motive viendo su progreso, que gane seguridad, pierda la vergüenza y se sienta realizado. Otro de los puntos que considero importantes para el buen aprendizaje del alumno, es la confianza con el profesor. Es decir, a veces, cuando aprendemos un idioma en clase, nos da vergüenza arriesgarnos a hablar por miedo a hacerlo mal, a equivocarse y a quedar en ridículo. Miedo a preguntar por no querer quedar como un ignorante. Todo esto, provoca que sea mucho más difícil aprender, mejorar, y ¡disfrutar! Por ello, generar un clima de confianza, respeto y seguridad es importante para el buen funcionamiento de la clase, y para que las mismas sean efectivas e útiles.