PIlates para embarazadas

Durante el embarazo el cuerpo se prepara para el nacimiento produciéndose varios cambios físicos como por ejemplo: la curva lumbar se acentúa, los pechos se agrandan y bajan los hombros aumentando la curva cifótica, se segrega una hormona llamada relaxina que relaja los ligamentos del cuerpo, especialmente los de la pelvis, espalda baja y rodillas. La linea alba (abdomen) se separa, cambia nuestro centro de gravedad, etc.
Por todo ello trabajar el método Pilates puede ser muy beneficioso tanto en el pre-parto como en el post-parto ya que trabajamos a través de la respiración el fortalecimiento del suelo pélvico (que está hiperlaxo debido a la relaxina) evitando futuros problemas de incontinencia o prolapso; la corrección postural a través de la estabilización de las articulaciones, preveniendo patologías músculo-esqueléticas como contracturas o ciática; fortalecemos brazos, pecho y espalda para ayudar, sobretodo en el post-parto, a la sujeción del bebé y a la postura durante la lactancia; fortalecemos la musculatura de las piernas mejorando la circulación y evitando el riesgo de trombosis o varices; realizamos estiramientos y relajación.
La práctica de ejercicio, a no ser que haya alguna contraindicación médica, nos ayudará a controlar el aumento de peso, mejorará el sueño y la concentración y reducirá el estrés y la fatiga.
Los ejercicios varían según el trimestre de gestación en el que una se encuentra. Los grupos son reducidos para poder prestar la debida atención a cada persona.