Javier

Ingeniero de profesión, encuentro en la fotografía una forma de desarrollar mi lado creativo, intentando transmitir algo en cada bodegón, capturando cada detalle de un paisaje o guardando una pizca de alma en cada retrato. Aún así acabo viendo una fotografía nocturna como una ecuación con muchas variables, casi todas ellas dependientes, en la que un error en una de ellas puede echar al traste toda la foto…

Comencé en el mundo de la fotografía cuando tenía 15 años, al principio de la era digital. Siempre quise quedarme con un recuerdo de los viajes que hacía acompañando a mis padres, así que les quitaba la cámara de vez en cuando para guardar un precioso paisaje o un rinconcito curioso.

Mi primer equipo "serio" fue una Canon 450D, junto con un objetivo 18-250 mm de Tamron. Durante este tiempo, y gracias a los consejos y trucos de otros fotógrafos en sus libros o en foros de internet, aprendí nuevas técnicas de procesado o a usar los filtros degradados. También gracias a las fotografías y comentarios de estos foros pude seguir avanzando en el campo de la fotografía en el que me sentía más cómodo, los paisajes, o incluso comenzar en otros como los bodegones o los retratos. Por este motivo comencé a ampliar mi equipo: flashes, paraguas y reflectores para retratos, un gran angular para paisajes (Sigma 10-20) o intervalómetros para la fotografía nocturna.

Después de unos años, me pasé a los cuerpos FF con una Canon 6D, acompañada de dos objetivos Canon: 17-40L y 24-105L.

Mi actual equipo está formado por dos cuerpos (Sony A7II y Canon 450D) junto con los objetivos Sony 28-70, Canon 17- L y 50, Tamron 18-250 y Sigma 10-20.