Como Ingeniero Geógrafo y del Medioambiente , considero que poseo herramientas académicas y profesionales adecuadas para gestionar los diferentes proyectos que se ejecutasen en el área geográfica y ambiental o que estén abocados al desarrollo sostenible de las comunidades. A lo largo de mi trayectoria —estudiantil y profesional— he podido desempeñarme en diversos programas alrededor de Ecuador enfocados a contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Ejemplo de ello, es el trabajo que se realizó para determinar la concentración de arsénico, cadmio y plomo en cultivos de arroz de la Cuenca Baja del Río Guayas y sus derivaciones en la salud, publicado en el XXIII Econtro Galego portugues de Química, con el título “Metales pesados en arroz y suelos de Ecuador” (Atiaga, O., Otero, XL., Tierra, W. Y Estrella, R., 2017). En el mismo contexto, está la gestión que realicé para el mapeo de Áreas de influencia y EAIS (Equipos de Atención Integral de Salud) del Ministerio de Salud Pública del Ecuador cuyo fin fue acrecentar la atención descentralizada de estos centros para abarcar a un mayor número de usuarios/as.
Mi ultimo empleo fue, en el Instituto Geográfico Militar en el Proceso de Geodesia, en donde era el Jefe del subproceso de Fiscalización de la primera etapa de exactitud posicional de la cartografía base con fines catastrales. En este puesto, estuve a cargo de la planificación y coordinación de comisiones de campo a nivel nacional para ejecución de fiscalización con el fin de examinar la calidad de los productos cartográficos y geodésicos. A partir de este cargo, pude viajar por el país y establecer equipos cooperativos y multidisciplinarios con las comunidades y la ciudadanía en general para gestionar proyectos del manejo adecuado del ordenamiento territorial.
Actualmente me encuentro terminando un Master de tecnologías de la información Geográfica, en la Universidad Complutense de Madrid.
Bajo estas premisas, mi metodología de enseñanza se basa en:
Primero evaluación al estudiante para determinar sus conocimientos actuales y los problemas que presenta con cada tema de interés, para posteriormente aplicar dos métodos de enseñanza para cada clase: las clases teóricas y las clases de problemas (ejercicios).
Es conveniente que cada tema, desde la introducción de conceptos, pasando por la resolución de problemas se conviertan en un conjunto de actividades debidamente organizadas, a realizar por los alumnos bajo la dirección del profesor. La teoría dividida en pequeñas porciones debe de ir seguida de cuestiones y problemas, de modo que no existan horas de teoría, y horas de problemas separados. Los problemas, deben de ir a continuación del concepto explicado, del principio enunciado o de la consecuencia derivada. En una misma clase se deben combinar momentos de teoría con momentos de problemas.
En general, se pondrán ejercicios para que los estudiantes desarrollen habilidades para interpretar las representaciones gráficas, esquemas, fórmulas, etc., y describan en detalle la relación existente entre un concepto y el formalismo que se usa para representarlo.