Marcos Felipe Rodríguez

En lo que concierne a los idiomas, desde muy pequeño tuve gran interés y por fortuna, muchas oportunidades para aprender distintos idiomas. Destacaría que desde los 9 años pasé un mes en escuelas de verano en Inglaterra, conviviendo con estudiantes de todo el mundo, lo cual hizo que me empezara a interesar por aprender a comunicarme sin dificultades con cualquiera, sin importar la procedencia. He aprendido a estudiar y aprender idiomas de una manera efectiva. Juzgando por mi propia experiencia puedo decir que la mejor manera de estudiar un idioma, a parte de tener constancia, es esencial enseñarle una manera práctica, es decir, ejercicios con situaciones reales fáciles de imaginar, y de manera dinámica, tratando de llevar al alumno en una conversación en el mismo idioma que pretenda aprender, dependiendo del nivel a enseñar, pero considero imprescindible que la mayor parte de la interacción con el alumno sea en el idioma a aprender. Ejercicios escritos muy estructurados pueden ser un complemento importante, pero tanto la gramática como el vocabulario,la mejor forma de aprender es utilizándolos en situaciones prácticas, realistas, porque así es cómo el alumno los va a utilizar en un futuro.

Con respecto a la música, en el conservatorio profesional, además de aprender a tocar los propios instrumentos, pasé diez años entre distintas clases como armonía, fundamentos de composición, educación auditiva, análisis de partituras, donde uno aprende realmente a entender la música. La manera en que se enseña el lenguaje musical en escuelas, academias e incluso en el propio conservatorio según algunos profesores me parece muy mejorable. Más que hacer memorizar conceptos y definiciones, es mejor que el alumno pueda él mismo manipular los temas que va aprendiendo, tocar 4 teclas en el piano, tararear la melodía o ritmo a aprender. No solo es más eficaz sino que son métodos mucho más entretenido, y si no se disfruta con la música va a ser mucho más disícil aprenderla.