Todas mis clases las empiezo con una introducción a la asignatura, estableciendo la forma de funcionar de ésta. De esta forma, puedo ver cuál es el nivel del alumno, y esté puede sumergirse en la mentalidad requerida para manejarla.
A partir de ello, divido la asignatura en bloques. Puede que el alumno sólo busque trabajar en uno de ellos, o puede que prefiera repasar la asignatura completa. Según el número de clases, se podrá dedicar la hora entera a dicho bloque, o será necesario hacer un repaso general de todo.
Cuando se trata de ir por bloques, prefiero empezar cerciorandome de que el alumno tiene las herramientas necesarias para trabajarlo, ya sea teoría —técnicas de razocinio y memorización— o de práctica —conocimiento matemático—.
Por eso los primeros diez o veinte minutos se dedican a eso. Es resto de la clase se dedicará a trabajar con ejercicios, ya sean de clase o buscados previamente por internet. Es preferible el primer caso, ya que de esta forma el alumno se acostumbra a lo que le piden en el colegio.
En el caso de que se necesite un repaso general, empezaríamos directamente por ejercicios, ya que se entiende que el alumno tiene las bases y solo necesita práctica. Si el alumno no comprende algo del tema, nos pararemos a repasar aquellos puntos necesarios, tras lo cual seguiríamos con el resto de ejercicios.
Es necesario que el alumno sepa algo de la asignatura, o que tenga notas que pueda seguir para los bloques. Si no, corremos el riesgo de invertir el tiempo en materia que su profesor no ha enseñado, y de esta forma confundir al alumno.
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Cómo da las clases María De Vargas Navas
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