Aprender a tocar un instrumento es una de las mejores decisiones que puedes tomar en tu vida. La música puede ser tu gran aliado y a través de unas buenas clases de música estarás tocando en menos de lo que esperas. A menos que decidas aprender música por tu cuenta, el camino, entonces, será más largo y complicado.
Estudia música con un profesor
Entrar en el mundo de la música es probablemente aquello que todos hemos querido siempre hacer y nunca nos hemos atrevido. Y ahora que somos mayores quizás ya pensemos que sea demasiado tarde, pero no. Nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento y hay más de un profesor de música que estaría encantado de tenerte en su clase.
Algunos piensan que es una perdida de tiempo tocar un instrumento y no intentar hacerlo de manera profesional. Pero tocar música por puro placer es algo que te abrirá algunas puertas que seguro que no te esperabas.
Saber tocar un instrumento te abre las puertas a conocer a más gente. Además, darles parte de tu arte y tu manera de pensar de una forma muy especial. No solo eso, si no que te abre las puertas de una nueva forma de expresión.
¿Has pensado alguna vez todo lo que podrías llegar a conseguir si pudieras aprender a tocar un instrumento? ¿Todo lo que la música te puede aportar? ¿Sabes qué hacer para estudiar música?
Beneficios de aprender música
Lo primero es que tienes que pensar es que nunca es tarde para aprender a tocar. Y vale, quizás si no tienes 20 años y puede ser muy difícil ser una estrella del rock o casi imposible formar parte de una gran orquesta, pero existen otros motivos para aprender.
La música no es solo algo de aquellos que son famosos por tocarla, también forma parte de la base de nuestra sociedad y nuestra cultura. Si los músicos callejeros y espontáneos nuestro día a día sería mucho peor. Sin la música no seríamos nada ¿por qué?
- Porque siempre ha estado ahí: desde la prehistoria, la música ha formado parte de rituales y celebraciones. En estos todos formaban parte de la música, no existía el concepto de artista y espectador, la música formaba parte del culto y todos ponían su grano de arena. Y no se preocupaban por hacerlo bien o mal o por la virtuosidad.
- Porque nos hace disfrutar: si no crees que hacer música te puede resultar placentero probablemente es porque no lo has hecho nunca. Los niños desarrollan esta inquietud desde muy pequeños e intuitivamente aporrean objetos con la simple intención de hacerlos sonar y disfrutar con ello.
- Porque inspira: Sea cual sea la disciplina artística todos buscan inspiración en la música. Antes había músicos que tocaban para pintores, escritores o escultores, ahora es raro entrar en algún taller artístico y no encontrar un aparato de música. E incluso si no eres artista, si hace funcionar el cerebro escucharla, imagínate producirla.
- Porque nos acompaña: La música refuerza nuestros estados de ánimo, si estamos contentos nos ayuda a seguir estándolo, si estamos tristes a sacar todo lo malo. Si necesitamos reír lo hacemos con música y si necesitamos llorar también. Tocar un instrumento es pasar al siguiente nivel y crea un vínculo único y especial con el arte.
- Porque nada se entiende sin música: o dicho de otra forma, todo se entiende mejor con ella. Si analizamos la música que produce cada sociedad en cada momento de la historia todo lo entenderemos mucho mejor. Es una forma de influir en la historia y aunque no te lo creas tú puedes hacerlo.
¿Por qué aprender a tocar un instrumento ahora?
A todos estos motivos se le añade un motivo más que es el papel fundamental que juega el momento en el que vivimos. La música siempre ha sido fundamental para cualquier sociedad, pero ahora cualquier cosa que haga alguien puede llegar a tener una gran repercusión.
Si te piensas que aquello que hagas no va a tener ningún valor o importancia no puedes estar más equivocado. La música y los músicos se han convertido en el mayor reflejo de la cultura y el arte de nuestra sociedad.
Hoy en día basta con hacer una pequeña búsqueda en las tendencias que refleja internet y descubriremos que los artistas más influyentes y vanguardistas están en la música. El motivo es que nunca ha sido tan accesible y tan viralizable.
Ahora mismo hacer música es muy barato, casi que se puede hacer con un simple ordenador. Y al colgarlo en internet está accesible a cientos de personas de una forma muy sencilla.
Son muchos los artistas que aunque su disciplina sean las artes plásticas o visuales, se han pasado a la música por la gran importancia que tienen en las redes sociales. El auge de nuevos músicos se ha disparado en los últimos años y quién sabe si no puedes ser tú uno de ellos.
Pero lo primero que tienes que saber es dónde estudiar música, sea cual sea tu objetivo. Lo primero que tienes que hacer es saber todas las opciones que hay para luego elegir.
Profesores particulares de música
Es lo más parecido que existe en el siglo XXI a un mentor artístico, con un profesor particular no solo vas a aprender a tocar, vas a aprender mucho más. Tendrás un guía que te ayudará, inspirará y mostrará los caminos de la música.
Es una de las opciones más comunes ya que un profesor particular de música te enseñará solo aquello que te interese. Si quieres aprender para tocar la música que te gusta, si quieres aprender a tocar un instrumento determinado o si quieres aprender a componer por ordenador, hay un profesor para cada tipo de alumno.
Encontrar academias que ofertan los cursos que tu quieres es más complicado. Es mejor que busques un profesor de guitarra o del instrumento musical que más te guste.
Además existe la idea de que son caros, pero no es cierto. Las clases particulares de música no requieren de una gran constancia si te comprometes a practicar a diario y si aun así no puedes permitirtelo siempre puedes apuntarte a clases online de música.
Aprender música en el conservatorio
Ya te has decidido a aprender música y vas a empezar por lo más clásico. Los conservatorios son el lugar donde se ha enseñado música toda la vida. De hecho había un momento en el que las opciones eran pocas o entrabas en el conservatorio o conocías a alguien de confianza.
Aquí se enseña música desde los cimientos. Si esperas llegar y empezar a tocar la guitarra, por ejemplo, es mejor que te quites la idea de la cabeza, porque el contacto con el instrumento es importante pero hay muchas más cosas que tendrás que aprender antes.
Además antes de empezar a tocar tus canciones favoritas hay muchas cosas que debes saber. En los conservatorios es donde se estudia solfeo, lenguaje musical, armonías, ritmos… todo desde la teoría y la práctica. Es un lugar para auténticos expertos.
Los conservatorios son ideales para niños y jóvenes que se introducen en la carrera musical. Son raros los casos de adultos que se apuntan al conservatorio, pero los hay. Según la edad te hacen una prueba de acceso, así que infórmate bien antes de tomar la decisión. Son sitios perfectos para aprender a tocar el violín, por ejemplo.
Academias de música
Puede que no estés listo para un conservatorio, que tu objetivo no sea hacer carrera en la música o simplemente que el tema de la armonía, el lenguaje musical o los ritmos no van contigo. Solo quieres aprender a tocar un instrumento, hacerlo bien, pero nada más.
Una escuela de música es un buen sitio para aprender a tocara la guitarra, aprender a tocar el piano o algún instrumento común. Podrás hacerlo con mucha gente y enriquecerte de ello, quién sabe si no sabes de algún curso con un grupo de música con el que dar algún que otro concierto.
En las academias se forman grandes vínculos, entre alumnos e incluso profesores. Si tu objetivo es formar una banda y ni siquiera sabes tocar la guitarra esta es la mejor opción. La más divertida.
Hay academias que forman muy bien, de una forma muy completa y no solo te enseñan a tocar un estilo de música o tus canciones favoritas. En unos meses podrás estar haciendo música casi como un profesional.
¿A qué esperas?
Si después de estos motivos y opciones para empezar a ser músico no te animas es que existe algo muy poderoso que te retiene. No todo el mundo está interesado en hacer música y es comprensible.
Pero es importante que no pierdas el contacto con ella. Hacer música tiene mucho que ver con mantener la curiosidad, con seguir teniendo ilusión y un vínculo con alguno de nuestros instintos más primarios. No te alejes de ello.