Ángela Velázquez Moya

Primero hago una breve prueba de nivel para saber cómo afrontar posibles futuras dudas. A partir de esto, vamos resolviendo lagunas y reforzando conocimientos.
Mis clases suelen ser en español, aunque también podemos darlas en inglés.
Por otro lado, en cuanto a la dinámica de clase, me gusta empezar resolviendo dudas que hayan quedado de los ejercicios mandados para hacer en casa en la sesión anterior. Una vez resueltas, en el caso de que las hubiera, lo siguiente que hacemos es explicar de nuevo (o por primera vez) otros conocimientos y hacer ejercicios en clase, esto ayuda a saber si se entienden mis explicaciones o si tengo que cambiarlas. Por último, mandamos unos ejercicios para que los alumnos practiquen en casa.

Como experiencia, he trabajado en el programa de acompañamiento escolar de Aulas Andaluzas, en la modalidad de mentora. Me ocupaba de una clase de unos 10 alumnos. Dábamos refuerzo de matemáticas, física y química, tecnología e inglés, sobre todo, aunque también reforzábamos lengua e historia cuando era necesario.
Además, tengo más de un año de experiencia en clases particulares de matemáticas, violín y lenguaje musical.
Prefiero que mis clases tengan una duración aproximada de entre 45 minutos (como mínimo) y una hora y media (como máximo). Creo que es el tiempo necesario para que los estudiantes adquieran los conocimientos con la suficiente atención y sin sobrepasar sus límites de cansancio.