Eva

Lo que más me gusta de impartir clases es lo que el alumno puede llegar a transmitir una vez que ha entendido esos conceptos que tenía rondando por su mente y no tenían sentido de porqué tenían esas soluciones o se realizaban así. Muchas veces, como alumnos, no nos gusta equivocarnos y nos encantaría aprender todo al momento. Por tanto, cuando tenemos dificultades entendiendo algún contenido que es importante, pues nos frustramos y queremos ver el porqué no lo entendemos. Lo que es necesario entender y es importante que un profesor transmita, es que en el proceso de aprendizaje, equivocarse es parte del camino, y que cuando te equivocas, significa que has aprendido algo nuevo. Me gusta siempre incentivar al alumno a explicarme cómo cree que debe ser resuelto un determinado ejercicio, y entonces, comparar con lo que debería ser lo óptimo a lo que debemos llegar como resultado. En ese proceso, me gusta explicar el porqué es así y qué pasaría si lo resolvemos de la manera errónea: entender el porqué hacemos lo que hacemos es fundamental. No todo es estudiar de memoria y para ciertas asignaturas, el comprender el motivo de unos cálculos y no otros determinará un buen resultado.