Imanol Laura Olazabal

No hace tanto tiempo que he terminado mis estudios y siempre he sido muy crítico con quien me enseñaba tanto para bien como para mal. He descubierto que las matemáticas se enseñan como un montón de normas y procedimientos que se aplican sin entender los conceptos subyacentes convirtiendo una materia que debería ser sencilla en un embrollo sin sentido. Yo tengo cierta facilidad para comprender estas materias pero desde el principio me gustó ayudar a mis compañeros y plantearme diversas formas explicar los conocimientos, tratando de transmitir mi pasión.

La mayor parte de las veces el estudiante no ha tenido tiempo de asimilar un concepto en concreto y esto se ha convertido en un lastre que carga impidiéndole avanzar de forma adecuada. Una vez resuelto este problema las ideas se vuelven transparentes a la lógica de la ciencia y es mucho más fácil avanzar.

Escribo por placer mi propio libro de matemáticas en el que intento explicar los conceptos como a mí me hubiera gustado recibirlos. Tanto las clases que doy como el libro que escribo me sirven como hilo de investigación en la búsqueda de una metodología propia. En cualquier caso, lo que sí tengo claro es que la necesidad de memorizar fórmulas, métodos o procedimientos es una mala idea si queremos comprender una materia que se basa en la lógica y en la creatividad.

Es por ello que siempre intento justificar cada paso que doy buscando hacer las matemáticas algo natural e intuitivo para que el alumno pueda construir por si mismo las soluciones a sus dudas.