Miguel Rodríguez

Desde pequeño me gustaron las matemáticas, sobre todo por los retos y enigmas que encerraban. A medida que fui creciendo continué aproximándome a esta ciencia hasta optar por ellas como carrera profesional. Quizá por el gusto que siempre tuve por ellas siempre se me dieron bastante bien, sin olvidar a los magníficos profesores que me enseñaron.

Empecé a dar clases particulares nada más acabar el Bachillerato. En estos siete años he ayudado a muchos alumnos a alcanzar sus objetivos, ya fueran alcanzar el aprobado o sacar una nota alta para la media de Bachillerato. El esfuerzo de los alumnos es lo más importante, pero a veces no viene mal una pequeña ayuda.

Las matemáticas son una de las asignaturas que más cuesta a los alumnos de ESO y Bachillerato, pero en realidad no son tan complicadas. Sólo hace falta entender su lenguaje para no tener que aprender nada de memoria. Eso es lo que trato de transmitir a mis alumnos. Lo ideal es dar clases de forma continua a lo largo del curso para asegurar una buena comprensión de la materia, pero también es posible preparar exámenes específicos (finales o Selectividad).