Un niño de infantil está en pleno desarrollo, por lo que es uno de los momentos en que más posibilidades hay de dejar huella en su memoria, e implantarle valores y enseñanzas que le aporten y ayuden a lo largo de su crecimiento a lo largo de la infancia y adolescencia.
Sabiendo esto, también debemos tener en cuenta varios factores a la hora de dar clases de ciencias con niños. Principalmente, debemos tener claro que el hecho de que una criatura de la edad de los alumnos de infantil aprenda conceptos relacionados con las ciencias es una tarea muy complicada.
Principalmente porque las ciencias se basan en conceptos abstractos complejos que son difíciles de asimilar incluso para alumnos de mayor edad. Sin embargo, hay formas de hacer posible la enseñanza de las ciencias, incluso para alumnos tan pequeños.
Lo más importante, y lo que siendo realistas podemos conseguir, es inspirar al alumno. Transmitirle ganas e interés por la ciencia, en cualquiera de sus ramas, sin que haya necesidad de entrar en los detalles más intrincados.
Esto principalmente se puede conseguir realizando experimentos con ellos. Es una forma fantástica de incentivar lo que va a suponer el combustible en su aprendizaje a lo largo de los años: la curiosidad. Si conseguimos inculcarle curiosidad por su entorno, aunque sea al nivel más básico que un niño de infantil pueda experimentar, habremos logrado mucho.
La preparación de clases particulares con estos pequeños experimentos o juegos, acompañados de videos, documentales, libros, todos adaptados a su edad, suponen un aprendizaje tremendo para niños pequeños, y sin duda sentaran los cimientos de lo que años después se puede convertir sin ninguna duda en una carrera como científico o ingeniero.