¡Hola a todos!
Hoy quiero compartir con vosotros mi increíble experiencia con las Becas China del ICO (Instituto de Crédito Oficial). Todo comenzó gracias a una persona muy especial para mí: Miriam, mi profesora de chino en la escuela de idiomas de Coruña, ella fue una de las piezas clave en mi aprendizaje de este idioma tan particular y que tantos quebraderos de cabeza me ha causado, pero que a la vez tanto amo y disfruto estudiar. Fue ella quien me descubrió este programa de becas, ya que también había sido becaria del mismo unos años atrás. Su entusiasmo y apoyo fueron fundamentales para que me decidiera a darle una oportunidad a esta emocionante aventura.
El programa de becas ofrecía una oportunidad única: incluía la matrícula en una universidad de China, vuelos, seguro médico, gastos de residencia y un importe extra para gastos personales. Era una oferta tentadora, pero aún tenía que cumplir un requisito más, obtener un título oficial de idioma chino. Llevaba casi 4 años estudiando el idioma, pero nunca me había presentado a un examen oficial. Finalmente, después de mucho esfuerzo y dedicación, logré obtener mi HSK4 con una buena nota, lo que me permitió cumplir con todos los requisitos para empezar mi solicitud.
Con gran ilusión, preparé todos los papeles necesarios y envié mi solicitud a finales de enero. La espera por los resultados fue emocionante y algo angustiosa, pero a mediados de abril recibí la noticia que tanto esperaba: ¡estaba entre los candidatos finales!, ocupando el séptimo puesto de 25 personas que serían los beneficiarios de la beca. La alegría fue inmensa, pero pronto enfrenté un nuevo desafío. Debido a la situación de pandemia en China, el curso comenzaría de forma online. Aunque desearía haber estado físicamente en China, vi esta modalidad como una valiosa oportunidad para seguir estudiando en una renombrada universidad china, la Universidad Internacional de Negocios y Economía de Pekín (对外经济贸易大学).
En septiembre de 2022, empezó el curso en línea, y tuve que enfrentar una carga de trabajo bastante intensa. Combinaba, a la vez, un curso de cuatro horas diarias, de 7 a 11 de la mañana, con un trabajo a jornada completa de 12 a 20. Aunque fue agotador, tenía claro que esta inversión en mi futuro valdría la pena. A partir de este momento, cada noticia relacionada con la pandemia en China nos llenaba tanto a mis compañeros de beca y a mí, de esperanza o desánimo, ya que no sabíamos si finalmente podríamos viajar al país, era como una montaña rusa de emociones.
Siempre había soñado con viajar a China desde que comencé a estudiar mandarín en septiembre de 2016 en la escuela de idiomas de Coruña. Cada día, la posibilidad de hacer realidad mi sueño se volvía más real, pero nadie nunca se atrevía a ofrecer una respuesta definitiva, lo cual es comprensible viendo las idas y venidas del gobierno chino en cuanto a su política Covid Cero.
El primer cuatrimestre avanzaba, los exámenes finales se acercaban, y aún no teníamos noticias claras sobre la posibilidad de viajar a China. El mes de enero se hizo eterno, pero finalmente, a principios de febrero, nuestra coordinadora del programa de becas desde China, Xisca, nos dio la maravillosa noticia: ¡nuestras solicitudes fueron aprobadas! No podía creerlo, mi sueño estaba a punto de hacerse realidad.
Sin embargo, la felicidad vino acompañada de una decisión difícil. Debía dejar mi trabajo por esta experiencia que solo duraría cuatro meses. A pesar de la incertidumbre, no dudé en apostar por este sueño y jamás me arrepentiré de mi elección.
El proceso de preparación y gestión del visado fue rápido y, el 15 de marzo de 2023, aterricé en el aeropuerto internacional de Pekín. Una de las mejores partes del viaje fue conocer en persona a mi compañera de beca, Celia, quien compartía conmigo la emoción y frustración de los meses previos.
Al llegar a China, el primer paso fue conseguir un número de teléfono chino, indispensable para cualquier trámite posterior. La experiencia que me esperaba en el país asiático era emocionante y llena de desafíos, y estoy ansioso por contarles todo sobre los meses siguientes.
Así que, dejo aquí el post por ahora. Cuando regrese a España por vacaciones, profundizaré en los aspectos emocionantes y reveladores de mi experiencia en China con las Becas del ICO. ¡Gracias a todos por acompañarme en esta emocionante travesía!
