Si eres un estudiante universitario, tarde o temprano tendrás que pasar por la prueba de fuego final: la elaboración de tu Trabajo de Fin de Grado (TFG).
Muchas veces es nuestro primer trabajo original de cierta envergadura y, aunque cada caso es un mundo, la mayoría de estudiantes pasamos por un proceso similar. '¿Qué tema escoger?', '¿con qué profesor hacerlo?', '¿me dará tiempo a terminarlo en primera convocatoria?' son algunas de las preguntas que probablemente te hagas al principio. Sin entrar demasiado en detalle, sí que te diré que vas a agradecer escoger un tema que te interese genuinamente y estimar por lo alto el tiempo de elaboración; pero de estas preguntas, la más importante es la del profesor. El grado de implicación de tu tutor o tutora va a determinar la tranquilidad con la que desarrolles tu trabajo, por lo que poder contar con un profesor/a con el que tengas confianza y te entiendas bien va a ser fundamental.
Sin embargo, incluso cuando tenemos un tutor que nos brinda toda la guía necesaria, muchas veces nos encontramos en una situación de bloqueo en la que no nos puede ayudar, ya sea porque no está disponible por sus otras obligaciones, o porque nos ha dado todas las directrices pero no sabemos por dónde empezar. En ese momento, y todos pasamos por él, nos sentimos solos ante el peligro. Pero tranquil@, ese bloqueo tarde o temprano se supera y apartir de ahí todo fluye prácticamente solo.
Aquí te dejo 5 trucos que a mí me han servido tanto en mi TFG como en mi TFM para romper esa barrera:
- Escribe algo, lo que sea. Este consejo es un clásico que seguro que algún amigo o familiar te ha dado ya. Y lo cierto es que funciona. Muchas veces tenemos todo lo que queremos decir en la cabeza y el problema es justamente ese, empezar a escribir. Si es este tu caso, empieza a escribir en la plantilla de tu documento cualquier cosa, lo primero que se te pase por la cabeza, y no pares. Cuando te des cuenta, vas a estar pensando en modo redacción y cuando vuelvas al principio para cambiarlo, te va a salir solo.
- Cuéntale a tus amigos de qué va tu trabajo. Otro problema típico es haber leído toda la bibliografía relacionada del mundo mundial y, sin embargo, no saber ni cómo estructurar el trabajo. Si es esta tu situación, te recomiendo que cojas a algún conocido por banda (si no es de tu especialidad mucho mejor) y le cuentes, papel en mano, de qué vas a hacer tu trabajo. Este ejercicio te va a obligar a organizar las ideas principales de las que quieres hablar, y te va a mostrar qué conocimiento previo tienes que dar al lector para que pueda entender el objetivo específico de tu proyecto.
- Empieza por la parte más sencilla o la que más te motive. Aunque en la memoria de tu TFG tengas que seguir un orden lógico, nadie ha dicho que tengas que empezar a escribirlo por el principio. Si estás bloquead@, lo mejor es que te centres en el apartado con el que te sientas más cómodo, ya sea porque es el que mejor dominas o el que más te interesa. Así, por un lado te sentirás más confiado ya que dejarás de ver tu trabajo como un documento en blaco, y por otro lado, al escribir ese apartado verás inmediatamente qué conceptos tienes que introducir previamente y qué ideas tiene sentido desarrollar en las siguientes secciones.
- Ponte tus propias fechas de entrega. Si eres de esas personas que necesitan un poco de presión para no relajarse demasiado, esta es tu medida estrella ante el bloqueo. Es muy habitual que el tutor o tutora nos diga que vayamos avanzando y que cuando tengamos algo se lo enviemos, pero pasan los días y no tenemos nada. En este caso, a veces es útil hacerse una pequeña trampa y proponerle al profesor/a una tutoría para resolver dudas aunque todavía no hayamos empezado a escribir. De esta forma, al tener una fecha límite en el horizonte, nos ponemos las pilas y nos forzamos a tener algo sobre lo que hablar en esa reunión.
- Apóyate en tu tutor o tutora. Como decía al principio la guía del profesor es fundamental para la elaboración de este trabajo. A veces el bloqueo es tan grande, que ninguno de los trucos anteriores nos ayuda realmente a arrancar. Y no pasa nada, es normal. Explícale tu situacion a tu tutor/a y pídele que te marque un camino de pequeñas metas, con su colaboración, poco a poco irás siendo más independiente hasta llegar a ese punto en el que todo fluye solo.
Espero que estos consejos te sirvan para empezar con buen pie un trabajo tan importante e interesante como el TFG. Recuerda que es un proceso de aprendizaje y que, al final, va a salir bien. ¡Mucho ánimo!
