El estudio de una oposición tiene muchos flecos que deben tenerse en cuenta.
Normalmente la gente se apunta a una oposición sin tener mucha idea de lo que está haciendo, simplemente porque le han dicho que es fácil o que van a salir muchas plazas.
En mi opinión y por mi experiencia es un buen motivo, sí, pero no el único, ya que deberíamos pararnos a pensar y estudiar mejor las opciones que tenemos. Es tan importante el número de plazas como lo que ya sabemos sobre la oposición, es decir, los conocimientos adquiridos sobre ella por ejemplo, la carrera, o los intereses que tengamos, como la vocación en el caso de policías y bomberos.
Una vez escogida la que queremos estudiar, tenemos que hacer frente a otro aspecto importantísimo: el método de estudio ya que por la experiencia de amigos/compañeros/conocidos, no suele ser siempre la más adecuada.
Esta falta de imprecisión nos puede llevar a un escenario muy habitual y conocido: el fracaso en la oposición. Y nos preguntamos ¿por qué?, ¿qué he hecho mal?, ¿en qué fallo si lo hago bien?… Pues precisamente porque hay algo que no hacemos del todo bien.
Como estudiante de oposiciones desde el principio me preocupé por saber cómo se hace esto de estudiar una oposición y enfrentar exámenes de diferentes formas (test, escritos, oral) de forma que tuviera éxito en los resultados semanales de la academia.
También me di cuenta de que hay personas que pierden muuuuuuuuuucho el tiempo con esquemas, resúmenes, que realmente te hacen distraerte demasiado y no centrarte en lo importante.
De esta forma me di cuenta de que todo importa: elegir correctamente la oposición, el horario, las ganas, cómo se estudiar, aprovechar el tiempo, el descanso… Todo influye. Y si todo esto se hace bien, todo fluye.
Poco a poco fui desarrollando mi propio plan de organización de vida durante ese tiempo a base de ensayo y error, de manera que lo que no me funcionaba lo desechaba y lo que me funcionaba lo dejaba. Me fui dando cuenta de que funcionaba cuando empecé a tener buenos resultados, ya que si no te pruebas a ti mismo es imposible saber si lo estás haciendo bien. Eso sí, la oposición requiere de la madre de las ciencias: la paciencia.
