Comenzamos un nuevo curso y, sin hacer gran esfuerzo por nuestra parte, recibimos información sobre clases particulares de todo tipo. Las academias ofrecen unas instalaciones de primer nivel, grupos reducidos, horarios flexibles...
Sin embargo, las obligaciones profesionales, personales, la distancia geográfica... hacen que muchas personas interesadas en formarse en determinados campos no puedan acceder a ellos.
Cada día más, la oferta online abarca y satisface esa franja de estudiantes. Puedes elegir el profesor adecuado a tus intereses sin pensar en distancias, los horarios que te convienen, y todo ello desde casa, con el único requisito de una aceptable conexión a internet y un dispositivo por el que desarrollar la clase.
A través de una videollamada, usando las múltiples opciones que el mundo tecnológico nos ofrece, podemos disfrutar de una clase interactiva, donde compartir conocimiento, bien sea a través de la clase magistral o en el envío en tiempo real de archivos, documentos, para dar el mejor soporte a la clase.
Como preparador de oposiciones de Magisterio Musical, y también profesor de música en general, recomiendo la clase online. El índice de satisfacción de mis alumnos ha sido muy satisfactorio. Después de una primera clase de prueba, con los razonables temores, los alumnos se han dado cuenta de lo fácil de este formato y que, a todas las posibilidades de la clase presencial, añade la libertad de horario, la flexibilidad en las sesiones y el aporte tecnológico que este formato representa.
La clase online no es el futuro. Es ya una realidad de la que muchos estudiantes se benefician. Cada día en más especialidades.
