Esta luna llena es la mirada "tierna" a la Tierra en cambio que necesita la humanidad. Aunque tendría que haber buscado otra palabra, pues una Luna en Escorpio de delicada nada, pero con la situación que nos encontramos del confinamiento me ha hecho una jugada la "vista" y pensaba que estaba en Cáncer.
Escorpio le da la profundidad a la situación del planeta en el proceso de transformación y le da profundidad con contundencia a Tauro donde está el Sol con Mercurio que le da entendimiento y Urano que le da "marcha" al asunto. Todo esto con el apoyo armonioso de los protagonistas estelares de Júpiter y Plutón. Un paso más dentro la cuarentena hacia la transición de esta nueva era de Acuario en la que está inmersa el planeta.
Esta Luna llena viene de la de la de hace seis meses -12/11/2019- en que estaba en Tauro y el Sol -con Mercurio también- en Escorpio. Entonces empezaba el acercamiento de Saturno con Plutón, es decir que se estaba preparando la puesta en marcha del 2020 y cuya culminación vendrá dada para dentro de seis meses más como final de todo un ciclo de 360 grados, es decir un año entero. Hasta entonces intentaremos pasar con positividad y optimismo todo este "proceso".
Será un año de paciencia que tendremos que buscar dentro de nosotros esta faceta de adaptarnos a las circunstancias y ser felices.
