Clases de francés para todas las edades y todos los niveles

Mi regla de oro: nunca juzgar. Seas quien seas, yo te ayudo

Me gusta buscar la forma más simple para explicar todo tipo de cosas complicadas, por eso me lancé en el profesorado y tutorado hace un año, ¡y me gustó!

Siempre con empatía, dedico el tiempo que haga falta para entender cada alumno: saber cuáles son sus objetivos, de qué capacidades dispone, cuáles tiene que mejorar y su ritmo de aprendizaje. Eso supone generalmente diez minutos en la primera clase, y cinco o menos en las siguientes.

A partir de ahí, transmito los conocimientos necesarios para que los alumnos cumplan con su objetivo, partiendo de lo más simple y yendo hacia lo más complicado.

También considero muy importante transmitir automatismos para que poco a poco los alumnos aprendan a hacer ejercicios independientemente. Eso lo hago generalmente a través de ejercicios guiados en clase.