Yo dí clases de italiano con Rosina durante el verano y en mi experiencia hay varios puntos que merece recalcar:
- Son clases muy bien estructuradas de forma que partes de las claves más básicas del idioma y vas construyendo poco a poco sobre esas bases hacia un nivel más avanzado.
- Se adapta a tu ritmo, repasando aquellos aspectos en los que se flaquea un poco de forma que se va interiorizando mejor, sin dejar de aprender cosas nuevas.
- La gran ventaja de interactuar con alguien cuya lengua materna es el italiano y lo conoce muy bien, consiguiendo matices que de otra forma no se pueden conseguir.
- Es muy agradable y muy dulce, y hace que las clases sean muy amenas y llevaderas sintiendo a la vez que avanzas muy rápido.
En resumen, una experiencia muy recomendable.
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