Aarón Lima Ochoa

¿Cómo descubrí mi pasión por enseñar?

Descubrí cuánto disfrutaba dando clases durante mis horas sociales en el bachillerato. Se me reconoce por tener una habilidad especial para enseñar e ilustrar problemas complejos de la manera más digerible posible. Aunque aún soy estudiante y estoy a punto de ingresar a la universidad, esta pasión es lo que más me ha motivado a ofrecer mis servicios.

Mi experiencia y metodología

He trabajado con más de 25 alumnos de forma presencial, haciendo seguimiento durante al menos un mes con cada uno. Mi metodología consiste en:

- Conversar: Establecer una comunicación abierta y amistosa con el alumno.
- Entrar en materia: Abordar los temas de estudio de manera clara y estructurada.
- Repasar con actividades: Diseñar actividades específicas para el alumno, tomando en cuenta sus gustos y mis observaciones propias.

Mi enfoque personal

Además, en un ámbito más personal, siempre busco mejorar mi conexión íntima con Dios. Si el alumno me lo permite, antes de iniciar las clases suelo hacer un pequeño devocional basado en algún pasaje bíblico que me haya llamado la atención durante la semana. Si el alumno no comparte este sentimiento, mis aficiones personales no se mezclan con mi trabajo, por lo que no presentará en absoluto un problema.

Garantía de progreso

La satisfacción de cada clase la veo reflejada en el progreso del alumno. Por ello, de corazón, estoy dispuesto a reembolsar el 100% del dinero abonado si en un tiempo razonable el alumno no ha mostrado ningún tipo de progreso.

Quiero aclarar que imparto clases por pasión y para ganar experiencia, no por dinero. Mi principal objetivo siempre será velar por el alumno y sus necesidades.