Alejandro Delgado

Desde joven descubrí que enseñar era una de mis mayores pasiones: acompañar a otros en su camino musical, ver cómo se ilusionan con sus propios avances y cómo disfrutan al tocar es lo que más me inspira como profesor. La música, además, siempre ha sido para mí una forma de expresión y de conexión profunda conmigo mismo y con los demás.

Tengo casi 25 años de experiencia como profesor de saxofón y clarinete, trabajando con alumnos de todas las edades y niveles. A lo largo de este tiempo he aprendido que cada persona vive la música de manera distinta y que lo más importante es respetar ese proceso y acompañarlo con sensibilidad y rigor.

Soy graduado en Saxo Jazz y Música Moderna por la ESMUC, con Matrícula de Honor en mi Trabajo Final, y también estudié el Grado Profesional de Clarinete Clásico en el Conservatorio de Granollers. Cuento con un Máster en Pedagogía Musical por la ESMUC y actualmente curso Psicología Gestalt, un camino que me ayuda a integrar la música con la conciencia corporal y emocional.

Concibo el aprendizaje musical como una experiencia profunda: un espacio donde cada persona puede encontrar su voz propia y conectar consigo misma a través del instrumento. Al mismo tiempo, la música requiere un trabajo minucioso que permite adquirir conocimientos y competencias para mejorar la interpretación, la improvisación, el sonido y la técnica.

En mis clases busco unir estas dos dimensiones: la exploración personal y el rigor musical, para que cada alumno pueda disfrutar de una experiencia auténtica y transformadora.

Cada alumno tiene una manera única de vivir la música. Por eso, mis clases no siguen un esquema rígido, sino que se adaptan a tus intereses, tu proceso y tu forma de aprender. El objetivo es que disfrutes del camino, desarrolles tu creatividad y, al mismo tiempo, mejores tu técnica y tu sonido.

Preparo cada clase en profundidad para que sea amena, divertida e interesante. Comparto el material a través de Microsoft Drive, de manera que siempre tengas a mano lo trabajado en clase. La metodología parte de la canción como base vertebradora del aprendizaje: es el deseo de tocar un tema y poder improvisar sobre él lo que genera las oportunidades de aprendizaje que iremos organizando según tu momento. Aunque podemos trabajar cualquier estilo, también propongo canciones y formas de hacer que resulten atractivas y motivadoras.

En este proceso, el alumno desarrolla competencias clave como:
Versatilidad musical: dominio de un repertorio abierto y variado (jazz, clásica, funk, reggae, rock, músicas tradicionales…), siempre partiendo de sus propios intereses y gustos.


Respiración consciente: técnicas de respiración y meditación para tocar con calma, presencia y mayor control.


Cuidado corporal: conexión con el cuerpo para liberar tensiones y mejorar la calidad del sonido.


Ritmo interiorizado: trabajo con el movimiento para sentir el pulso y el ritmo de manera natural y profunda.


Improvisación creativa: improvisar como vía de libertad, autoconfianza y exploración personal.


Integración musical: escuchar, pasar la música por la voz y llevarla después al instrumento, para que el saxo o el clarinete puedan llegar a ser una extensión natural del propio cuerpo.