Alicia Pineda Batista

Hablo con total sinceridad y acierto cuando digo que cada niño tiene una manera de aprendizaje y motivaciones diferentes. A raíz de este punto, mi objetivo siempre será socializar con ellos de manera educativa para que puedan mejorar su manera de estudio y organización. Les pongo un ejemplo:
A mi hermana, de 7 años, le costaba mucho concentrarse a la hora de atender en clase y hacer los deberes, y se escondía a la hora de participar en clase. Ella es muy extrovertida con su familia, pero en frente de la pizarra no. Claramente son escenarios distintos, pero ¿por qué no aprovechar ese sentimiento hacia su familia y motivarla? La primera vez que trajo un 9 en matemáticas fue más que suficiente para comprobar que la sonrisa de mamá y compañía valorando su esfuerzo, al igual que les enseñamos a valorar el de los adultos. Y sobretodo, las pequeñas cosas, como la organización y la rutina son fundamentales de enseñar; le gusta el maquillaje, dibujar y pintar, ¡le encantan los colores! Entonces pongámosle un poco de color al estudio ??. Todas esas pequeñas cosas del día a día definen la personalidad que tienen nuestros pequeños, todo es esfuerzo, dedicación y constancia.