Amparo De La Hera

Tengo mucha experiencia en acompañar y me encanta.
También actuo con grupos y damos recitales porque no concibo una vida sin tocar, así que enseñar debe complementarse con tocar en público.
Así es como yo lo veo.
Los hoteles han sido una experiencia maravillosa y ojalá que después del covid todo vuelva a dar trabajo musical.
También me gustaría probar a tocar en cruceros de lujo y no sólo de solista amenizando sino en trio de música de cámara u otras formaciones cuyas obras son bellísimas y se tocan poco.
La música de cámara fue mi especialidad cursando el plan 66 ,ahora en el actual se estudia sólo como asignatura y debo decir que para mí fue descubrir una faceta enriquecedora a nivel personal y humano,no solo musical.
Conocer la diversidad instrumental de cerca e interpretar música con diferentes timbres como metales,maderas o percusión abre unos horizontes que la música electrónica nunca podrá ni por asomo imaginar mientras que a nivel cerebral está demostrado más que de sobra las ventajas y virtudes que las ondas acústicas producen en nuestro organismo.
Por todo ello, si se quiere crear una atmósfera agradable y glamurosa, que mejor que un instrumento en vivo, o un cantante acompañado cuyo deleite en el público sea secundado por un aprendizaje subliminal y más tarde tal vez consciente de la ciencia más inherente y necesaria,salvo raras excepciones ,para el ser humano.
Toda esta reflexión es porque creo que todos debiéramos tener una base de enseñanza musical a nivel de usuario.