Ana Olivero Sánchez

He sido profesora de inglés en las actividades extraescolares de un colegio de niños de 3 años. Para cada clase tenía una planificación de varias actividades con las que poco a poco irían aprendiendo inglés. Estas actividades eran mediante juegos, canciones, dibujos ya que es una manera entretenida para ellos de aprender. También contaba con flashcards con las que aprendían nuevo vocabulario de manera muy visual.
En el caso de las clases particulares sería un poco distinto ya que son enfocadas a una persona solo y no a varias. La primera clase sería un poco para ver qué conocimientos tiene el alumno/a sobre las asignaturas y ver un poco el temario para poder preparan algunos apuntes en casa que podrían serle útiles. Sería importante también que el alumno/a fuese apuntado las dudas que le surgen de cada asignatura para resolverlas al principio de la clase. Muchas veces son útiles los posits ya que son llamativos y es una manera de apuntar la información más importante para tenerla siempre a primera vista y recordarla más fácilmente.
La dinámica sería, suponiendo que es una clase de una hora, al principio resolver todas las dudas que el alumno/a tenga hasta que veamos que lo ha entendido todo y luego repasar lo último que hayan dado en clase para ver si se van enterando del temario o tienen dificultades. Lo ideal sería centrarnos en una o dos asignaturas por clase para tener el tiempo suficiente para repasar todo y solucionar todas las dudas, ya que si nos centramos en muchas asignaturas a la vez, faltaría tiempo y no se profundizaría bien en cada asignatura.