Àngela García Ibarra

En mis cortos años de profesora particular, he utilizado métodos muy didácticos para que mis alumnos y alumnas aprendan rápido y de forma divertida. Siempre han salido satisfechos y he visto que sus notas han subido notablemente.

Normalmente, pido que mis alumnos y alumnas me envíen el temario por donde van y, de esta manera, poder poder prepararme la clase con anterioridad para poner ejercicios o explicar la lección correspondiente. Además, si fuera necesario, adelantaríamos o veríamos la lección siguiente para que el niño o niña no vaya tan justa de tiempo o lo pueda entender más rápido.

Nunca he tenido una queja y considero que se me da bien explicar y poner ejemplos prácticos para que se entienda bien. Con esto quiero decir que me gusta dar clases y me gusta el hecho de que la gente pueda apoyarse en mí para mejorar.

Las clases que daré pueden ser de una hora, de hora y media o incluso de dos horas si el alumno o alumna lo pide, me adapto a cualquier situación con toda la confianza del mundo. Así, dependiendo de la largaria de la clase, podré prepararme más o menos ejercicios o temario para dar. Por eso me gustaría que me aclararan antes de empezar a dar clases qué temario tienen, los exámenes próximos de la asignatura, las horas que necesitan de mí o qué necesitan prepararse para que yo pueda servir de ayuda y preparármelo con antelación.

Por último, me gustaría que en clase hubiera un ambiente de confianza donde se pueda hablar de todo, siempre y cuando no se salga de lo acordado.