Artista autodidacta da clases de Arte Terapia Antroposófica en modo presencial y en remoto

Soy Yolanda García Cordero de origen español con nacionalidad francesa. He vivido entre Marsella y Perpiñán hasta los 24 años en barrios humildes, lo que me ha permitido entender los conflictos que se suelen vivir en ese tipo de ambiente. Allí conseguí desarrollar una autonomía artística desde los 7 años.
Aquella situación me llevó a buscar un lugar más pacífico y silencioso que encontré en el mundo del arte, concretamente en los Colores.
Estudié Bellas Artes en Perpiñán y después de un largo recorrido por el mundo del dibujo, la pintura, la escultura y la fotografía a partir del 2009 empecé a investigar y a trabajar sobre el Arte Terapia Hauschka (o Arte Terapia Antroposófica) donde obtuve un certificado después de 4 años de formación con 6 meses de prácticas.
El Arte terapia Antroposófica es un medio de expresión como apoyo a toda clase de transformación personal donde ponemos en funcionamiento los 5 sentidos:
– la vista, el oído, la respiración, el tacto, la expresión verbal
La acuarela tiene una propiedad terapéutica de disolución como el estrés, el miedo y el dolor. Aquí trabajamos la respiración.
El pastel es una técnica muy completa con la cual se ejecuta el proceso de dar. Trabajamos con cada dedo de nuestras manos. Nuestro corazón se entrega plenamente, nuestras manos son el canal de este órgano y nuestros dedos el canal de nuestras neuronas. Nuestros dos órganos: el corazón y el cerebro se ponen en conexión creando una red que canaliza nuestras emociones. Aquí es donde ocurre algo mágico, que perdimos en nuestra infancia y que volvemos a recuperar mediante este proceso artístico: el poder del asombro.
Con el dibujo trabajamos nuestro intelecto, la precisión. La geometría y el dibujo de forma infunden alegría, el dibujo rayado la paciencia, la concentración (nos ayuda a absorber el hierro en nuestro organismo). El dibujo dinámico nos lleva al movimiento toroïdal, reactiva todos nuestros sentidos, el dibujo figurativo nos hace estar presente, disfrutar del momento.