Instructora de Pilates, movilidad, fuerza y flexibilidad

Ofrezco clases personalizadas de yoga, pilates y natación, dirigidas a personas de todos los niveles: desde quienes se inician por primera vez hasta quienes ya tienen una práctica intermedia o avanzada. Las clases normalmente tienen una duración de una hora y están diseñadas como espacios de conexión, movimiento consciente y escucha activa del cuerpo.

Mi enfoque se basa en adaptarme a las necesidades individuales de cada alumno. Partimos siempre desde la conciencia corporal —aprender a sentir, habitar y comprender el propio cuerpo— para desde ahí trabajar en lo que cada persona requiera: fortalecimiento muscular, mejora de la flexibilidad, desarrollo de la coordinación, respiración consciente, corrección postural e incluso acompañamiento en procesos de recuperación o sanación de lesiones.

Cada cuerpo tiene su historia, su ritmo y sus posibilidades, por eso no trabajo con estructuras rígidas. Observo, acompaño y propongo desde el respeto y la atención, con el objetivo de que cada clase sea una experiencia útil, cuidada y transformadora. Ya sea en el agua, sobre la esterilla o en cualquier otro espacio, busco brindar herramientas para que cada persona se sienta más presente en su cuerpo, más fuerte, más libre y en armonía con su movimiento cotidiano.

_____

Vengo del mundo del deporte de alto rendimiento, específicamente en natación sincronizada, disciplina que practiqué durante muchos años. Al dejar la competencia, comencé un camino de autoconocimiento donde descubrí el yoga, la autoescucha y una nueva manera de relacionarme con mi cuerpo y mi mente. Ese proceso me llevó a formarme como instructora de yoga y pilates (a parte de ser entrenadora de natación), y hoy comparto desde esa experiencia todo lo que he aprendido.

Mi forma de enseñar parte de ahí: del equilibrio entre la conciencia corporal, el ejercicio consciente y el autocuidado integral. Para mí, moverse no es solo entrenar el cuerpo, sino también aprender a escucharlo, cuidarlo y habitarlo con respeto. Es desde ese lugar que acompaño a cada persona en sus propios procesos, integrando todo lo que me ha dado el deporte y todo lo que me ha enseñado la práctica personal y la vida misma.