Clara Sarthou González

Para mí, lo más importante de la educación es que esta sea totalmente personalizada, que se adapte al niño en su totalidad; respondiendo directamente a sus necesidades.

He realizado prácticas tanto en el aula ordinaria con dificultades de aprendizaje básicas (dislexia, TDAH, barreras idiomáticas, etc) como en aulas especializadas (alumnado con TEA y síndrome de Down, concretamente). También he hecho voluntariado en el centro penitenciario de Zuera para impartir clases de escritura creativa.

La primera sesión la dedico a conocer en profundidad al alumno, a observar su manera de jugar y de relacionarse con el mundo y a evaluar la relación que tiene con los contenidos educativos en sí mismos. Además, me gusta contar con un informe detallado de las dificultades que presenta en la escuela. A partir de estos datos, diseño las actividades en función de lo que él o ella necesita. No tienen porqué ser contenido escolar directamente, sino que pueden ir enfocadas al desarrollo de habilidades —atención, memoria, grafía, habilidades sociales— o a la estimulación temprana. Todo depende de lo que los padres o tutores legales busquéis.
También puedo diseñar o proponer actividades para que realicéis en casa con vuestro hijo o hija que ayuden a dicha estimulación.

En cualquier caso, me adapto a las necesidades del alumno, más allá del diagnóstico existente o todavía por hacer. Como decía al inicio, la educación en la que creo (y que imparto) debe estar diseñada a medida para cada niño. En el colegio es difícil conseguirlo, pero yo haré todo lo que esté en mi mano para garantizar esa experiencia de aprendizaje.