Daniel te conduce con sensibilidad a descubrir tu interior. Sólo te lleva de la mano, sin empujarte, acompañándote en tu búsqueda. Te enseña a vencer el miedo a esa hoja en blanco y a dejarte fluir. Te hace sentir cómoda en tu proceso creativo y ¡es tan bonito escucharle hablar con esa delicadeza que le caracteriza!
Un gran poeta, dramaturgo, actor, director... tan polifacético, tan inquieto que parace imposible que sea tan reflexivo y sosegado.
Todo esto lo adereza con pequeñas pinceladas de lecturas que te va recomendando y que te ayudan tanto.
Huelga decir que estar en sus clases convierte el hecho solitario de la escritura en un espacio compartido donde se mezclan diferentes sensibilidades, diferentes ojos con los que ver el mundo, diferentes voces para explicarlo.
Es mi segundo curso con él y no puedo estar más agradecida. Es "mi espacio sanador".
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