Diego Morales Roche

Previamente a comenzar con el alumno necesito conocer su plan de estudios y el temario que quiere que veamos durante las clases. Si es la primera clase conmigo, la suelo utilizar para conocer un poco mejor las aptitudes e inquietudes del alumno sin desviarnos demasiado de su temario. Tras un breve análisis por mi parte, me suelo adaptar a lo que requiere cognitivamente el alumno para que pueda imaginar de forma más sencilla ciertos conceptos de física. No hago milagros pero me gusta transmitir lo que conozco por medio de ejemplos del día a día si los hay.

La principal labor del alumno debe ser la de extraer dudas de los ejercicios prácticos que se comentarán durante la sesión y por supuesto, practicar estos también fuera de las horas impartidas. La física es una disciplina compleja de imaginar y por ello siempre me he dedicado a entender si el alumno sabe acerca de algo o únicamente conoce su nombre (es muy fácil caer en estas trampas cuando se estudia).

La dinámica de clases que utilizo es lo que suelo llamar "ping pong". Es decir, trato de que las clases sean lo más parecidas posibles a una conversación. No me gustan los monólogos. De esta manera me es más sencillo calibrar las dificultades que pueda tener el alumno con la física.

Todos los métodos presentados antes los he ido descubriendo y perfeccionando tras más de dos años impartiendo clases de forma privada. No llevo en mente la idea de que la gente se enamore de la física; muchas veces solo es un trámite que hay que pasar para obtener otra meta.