Amante de la filosofía y por su transmisión y enseñanza. El filósofo es quien ama la vida y el maestro quien desea despertar ese amor en los otros. Por eso filosofía y docencia convergen necesariamente en el camino de quien le surge la llama del conocimiento. La filosofía pregunta para abrir el horizonte de posibilidades de lo humano, abrir a la comprensión es sinónimo de apertura de la vida y de...
Amante de la filosofía y por su transmisión y enseñanza. El filósofo es quien ama la vida y el maestro quien desea despertar ese amor en los otros. Por eso filosofía y docencia convergen necesariamente en el camino de quien le surge la llama del conocimiento. La filosofía pregunta para abrir el horizonte de posibilidades de lo humano, abrir a la comprensión es sinónimo de apertura de la vida y de su capacidad de recreación. Muchos de los que dicen que la filosofía no tiene sentido, o valor, o directamente una utilidad, seguramente tengan razón ¿pero acaso la propia vida con sus rutinas agobiantes y sus exigencias agotadoras, si se para uno a pensar, la tiene? Nos encontramos en los tiempos donde seguramente es más factible desarrollar la reflexión y la crítica hacia la sociedad, la realidad y nuestras vidas más que en cualquier otro momento de la historia y sin embargo, ante esta posibilidad, parece que los esfuerzos van dedicados a capar y evitar todo lo posible esa posibilidad generando distracciones absurdas para no caer en el aburrimiento. Como Platón bien señaló, la filosofía se trata del ejercicio realizado por los hombres libres, y a esto se le puede añadir que, y en tanto que se práctica y ejerce, más se alcanza la realización de la libertad, lo que en último término es lo que permitirá cambiar el mundo. La filosofía aporta la grandeza merecida por todo hombre desde su condición de humildad, porque realiza lo que le es más propio a su naturaleza y eso es lo más digno que hay.