Hola, Sandra. Pasa del solfeo, pues ayuda lo mismo que rascarse una herida. La partitura plasma la idea del compositor, así que lo mejor es que aprendas a improvisar melodías, y cuando ganes soltura, las escribas (tú) en un pentagrama. Así aprenderás amando lo que haces. De forma natural acabarás leyendo no solo lo que tocaste, sino lo que hicieron otros.
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