Gerard Àvila Bellver

Las clases van muy enfocadas a las inquietudes del alumno dependiendo para qué menesteres quiere saber de música. No es lo mismo un alumno que quiera saber tocar canciones del ámbito comercial que uno que quiera aprender sobre la música de Beethoven o Bach. Tampoco es lo mismo alguien que quiere aprender a improvisar jazz que uno que quiera aprender a componer canciones Pop.
Por lo tanto, la metodología y el funcionamiento de las clases van ligadas al deseo del alumno por aprender y, sobretodo, el 'qué' aprender.

También el trato con el alumno o alumna será distinto dependiendo de la edad, el conocimiento de la materia y, por supuesto, el comportamiento de éste. La motivación del alumno también ayudará a tener una serie de clases más o menos amenas.

Soy una persona sociable y bromista que trata de hacer una clase llevadera y distraída, para que, con todo lo nombrado anteriormente, se pueda sacar de la música la esencia máxima de su concepto, el poder disfrutarla y que los demás puedan disfrutar contigo, no que sea una traba o un impedimento en tu madurez intelectual; que sea una ayuda con la que te puedas refugiar, porque la música es el arte más directo, te entra por el oído y va directo al corazón, y eso, es inmortal.

Dicho esto, las clases serán como máximo de 2 horas, ya que, a mi parecer, hacer más sería cargar demasiado al alumno puesto que la música, sea al nivel que sea, se trata de una información constante que a cada día que pasa evoluciona más y más.