Gustavo García Delgado

Ilustres pensadores,
Llevo poco más de 10 años en esto de la aventura Filosófica. El tiempo solo nos recuerda que el ejercicio de esta disciplina es más vigente que ayer. El desafío es el complejo panorama social que nos ha tocado vivir. Desde la reflexión, el análisis, la comprensión y la transformación de la realidad es que podemos ir haciendo verdadero ejercicio de eso que nos da por llamar "filosofar". No existe una receta para adentrarse a la labor filosófica, menos para habituarse a un curso, pero si existen métodos del trabajo intelectual, mínimos y necesarios, de los que nos asiremos para aprovechar este curso al máximo. La experiencia me ha enseñado que hay que quitar estigmas y reglas del pasado en cuanto a la filosofía. No somos monges de monasterios que permaneceremos día y noche en torno a ejes temáticos. Tengo claro que hay que hacerse de buenos ejemplos de nuestro propio entorno para comprender mejor las ideas que han estado ocultas, precisamente, porque no se les ha acometido a cómo se debería. Hay que ir por el autor y su pensamiento. Los manuales son una suerte de "guía" contextual y cronológica pero no son indispensables. De ahí, que cuando nos adentremos a autores, escuelas de pensamiento, ideologías y sistemas de filosóficos, lo hagamos en todo momento desde la acera de la objetividad. Todos estamos afectados, de una u otra manera, por la compleja realidad social. Toca, pues, hacerse de herramientas propias del trabajo intelectual para procurar responsablemente reflexionar sobre el conjunto de pensamientos que nos toca analizar, retomar o desestimar respecto del tiempo que nos ha tocado vivir.