Isabel

En primer lugar averiguo cuáles son los intereses del alumno/a, ya que pueden diferir mucho de uno a otro (ponerse al día en la asignatura de ESO o Bachiller, conversación, aprobar algún examen, adquirir una base del idioma para ir a trabajar en Alemania, etc.) Después, adapto mi metodología a las necesidades del/de la alumno/a. Mando tareas para casa, ya que la práctica es muy importante para retener conocimientos y poder avanzar. Cada cierto tiempo hago un repaso general de lo que se ha ido viendo en clase, especialmente con alumnos de la ESO. Trabajo con las cuatro destrezas del idioma (comprensión oral y escrita; expresión oral y escrita). Me interesa cómo está viviendo el proceso de aprendizaje el alumno, así que estoy atenta a su comportamiento, actitud, progreso, etc.; y también abierta a sugerencias en cuanto a la metodología o los temas de interés del alumno. Por razones éticas y prácticas, si observara que algún alumno no avanza o no está suficientemente interesado en las clases, se lo haría saber a él o a sus tutores legales, pues en tal caso sería mejor dejar las clases. Pero hasta el día de hoy, por suerte, esto nunca me ha ocurrido.