Iván Ramírez

Como docente, siempre trato de hacer ver a mis alumnos que lo que estudian puede servirles tanto en el aula como fuera de ella porque la lengua no es más que la herramienta que utilizamos para comunicarnos y es fundamental para cualquier persona dominarla de forma oral y escrita. Por otra parte, la literatura no solo sirve para leer más y mejor, sino también para conocer sociedades, personas, modos de vida y entornos del pasado de otros países y otras épocas sin necesidad de moverte. Además, como medio de adquisición de cultura, la literatura tiene una enorme importancia. Me gusta trabajar con las tecnologías de la información y la comunicación y con las redes sociales porque tienen un potencial educativo que a veces se explota muy poco. En este sentido, los alumnos suelen estar muy familiarizados con estas realidades, por lo que su uso no solo tiene valor para el docente, por sus funcionalidades, sino también para el estudiante, porque le es conocido y suele usarlo de manera asidua. Esto no implica, en absoluto, descartar el libro y los materiales físicos que forman parte de la tradición docente, sino que ambos métodos deben complementarse para beneficio del aprendizaje del alumnado. En síntesis, trato de ser flexible en mi labor docente al emplear distintas metodologías y sistema de enseñanza, tratando de adaptarme en todo momento a la realidad que tengo delante y buscando siempre enseñar de manera eficaz y, sobre todo, tratando de señalar la importancia práctica, para el ahora y para el futuro, de todos los conocimientos que imparto.