Jenny María Castro Brito

Mi nombre es Jenny María Castro Brito, soy profesora de Piano, Música de Cámara, Pianista Acompañante y de Concierto. Comencé mis estudios de música en la especialidad de Piano con la edad de cinco años, en mi país natal Cuba. Desde muy pequeña motivada por el gran ambiente musical que se respira en la isla y especialmente en la ciudad donde crecí La Havana, fue naciendo una imensa pasión por este arte maravilloso que se caracteriza, por su lenguaje único y universal.
Acumulando ya 10 años de experiencia laboral, he tenido la oportunidad de recorrer un largo camino no solo trabajando en varios Conservatorios de La Havana, también en los últimos seis años, he formado parte del claustro de profesores de tres Escuelas Profesionales y Conservatório de Música en Portugal, desempeñándome como profesora de Piano, profesora de Música de Cámara y Pianista Acompañante. He tenido el inmenso placer de tener alumnos desde apenas cuatro años, pasando por adolescentes, jóvenes y adultos que aunque muchas veces tienen vidas súper atareadas, dedican un pequeño espacio de tiempo cada día, a llenar sus vidas de música.
En mi labor como profesora y pianista procuro la retroalimentación de conocimientos profesor- alumno, abogo porque sin importar la edad siempre hay una búsqueda y aprendizaje por ambas partes. Alimentar la compresión y paciencia en el periodo de evolución profesional del alumno, crea un ambiente de empatía y amistad para lograr un proceso educativo ameno, interactivo y constructivo. Basada en los programas de estudio de los Conservatórios Profesionales de Música de Cuba, que a su vez está inspirado en los modelos de estudios ruso, estadounidense y europeos, procuro adentrar a mis alumnos en obras para piano del repertorio clásico internacional y música popular representativa de diferentes países del mundo, siempre buscando un desarrollo técnico del instrumento adecuado y un amplio conocimiento del basto catálogo musical escrito para piano en todos los niveles. Uno de los principales objetivo es que el alumno se sienta motivado y con entera comodidad de expresar sus inquietudes y propuestas para el estudio de obras musicales que sean de su interés, así como ir a un ritmo de trabajo que sea confortable y a la vez exigente para el. Siempre lograr equilibrio en la enseñanza, para obtener un resultado más efectivo tanto para el profesor como para el estudiante.