Joaquín Puyal Grande

La dificultad principal con la que se encuentra un docente es la de adaptar su "temperamento académico" a las características de sus alumnos; máxime, si hablamos de clases particulares. Así, una parte de mi preparación consiste en analizar al alumno para acomodarme a su personalidad. El rendimiento académico insatisfactorio se debe, en la mayoría de los casos, a una disciplina y a una metodología de estudio inexistentes. La educación institucional adolece de forma decisiva de la flexibilidad requerida por cualquier estudiante.
Es por ello que ofrezco conocimientos adaptados a las exigencias académicas con las que el alumno ha de enfrentarse, sin abandonar la preocupación por una enseñanza que se adecue a los alumnos y no, como tan a menudo ocurre, a la inversa.
Principalmente, imparto clases a estudiantes de secundaria y bachillerato; sin que esto sea óbice para satisfacer el interés vocacional de personas de todas las edades, o el ofrecimiento de clases de mayor contenido.
Por ello, tanto la metodología como el contenido y el formato de las clases dependerá, siempre, de las apetencias y necesidades del alumno.