José Miguel Osuna Cervantes

Mi nombre es José Miguel y soy graduado en Arqueología por la Universidad de Granada. A su vez, realicé el Bachillerato de Humanidades. Mi trayectoria académica me ha permitido poder conocer muchos ámbitos del conocimiento, tales como la literatura, inglés y francés, arqueología, historia y geografía. El filósofo alemán Nietzsche decía que existían tres posicionamientos en lo que respecta al saber de la historia: el que la contempla, el que la usa como base discursiva política y el que la usa como justificación de argumentos posicionados en la represión de un sector determinado de la población. En mi caso me hallo en el lado del que la contempla, pero no como un objeto estético y mercantilizado, sino como un objeto de contemplación para la consecuente reflexión sobre nuestra genealogía socio-política y el devenir de nuestro ser. Actualmente, la mayoría de los docentes, especialmente aquellos que se examinan en oposiciones públicas, son docentes por opción última y segura al bienestar de su bolsillo y, una vez asegurada la plaza, preocupados únicamente por el cobro puntual de la administración pública y todo el conjunto de información sindical para la mayor ausencia en su puesto de trabajo. Detesto por completo ese posicionamiento profesional ya que carece de vocación y lo más importante es una buena educación en cualquier conocimiento, ya que cada saber es una responsabilidad en sí misma y no únicamente un traga y escupe para el acceso a una educación postobligatoria o simplemente para quitarse de encima la Educación secundaria. Mi labor educativa, mi responsabilidad como docente, no se basa únicamente en ayudar al alumnado a aprobar, siendo este fin algo claramente ineludible, sino también en la enseñanza de los conocimientos que poseo y que se relacionan con sus materias para que observe este como un instrumento más para su día a día.