Las clases de música y piano con Keyla son excepcionales. Gracias a su pedagogía, su infinita paciencia, la claridad en sus explicaciones y el amor por la música y por la enseñanza que transmite en cada clase, Cualquier pensamiento limitante o prejuicio, desaparece. Todo esto es posible gracias al ambiente distendido en el que se desarrollan las clases, a su empatía para entender las necesidades de cada alumno, a la constante comunicación y a la atención ante cualquier duda que se presenta, incluso fuera del horario. A todo ello se suma el profundo conocimiento que tiene de la música y el instrumento y de sus posibilidades. Las clases son una especie de oasis sonoro, un lugar muy acogedor, con un cuidado exquisito por los pequeños detalles, crea el entorno propicio para que te sientas en armonía. Estoy muy contento con el camino que he tomado y convencido de que es la verdadera forma de amar la música en todas sus dimensiones.
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