Laia Baeza

¡Hola! Me llamo Laia, tengo 22 años y soy de La Garriga (Barcelona).

Sobre mí:
Me considero una persona muy familiar, organizada, responsable y atenta. Me gusta estar ocupada, pero en mi tiempo libre me encanta escribir, viajar, la fotografía y hacer deporte.

Actualmente estoy finalizando el 4º curso del Grado en Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Pompeu Fabra, y en un futuro me encantaría dedicarme al mundo de las políticas públicas de igualdad de género para poder contribuir en la defensa de los derechos de las mujeres.

Experiencia:
Tengo experiencia desde los 16 años tratando con niñas y niños de 3 a 16 años, ya que he sido entrenadora de patinaje artístico, canguro y tutora de clases particulares de alumnas y alumnos de estas edades. ¡Hola! Me llamo Laia, tengo 22 años y soy de La Garriga (Barcelona).

Sobre mí:
Me considero una persona muy familiar, organizada, responsable y atenta. Me gusta estar ocupada, pero en mi tiempo libre me encanta escribir, viajar, la fotografía y hacer deporte.

Actualmente estoy finalizando el 4º curso del Grado en Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Pompeu Fabra, y en un futuro me encantaría dedicarme al mundo de las políticas públicas de igualdad de género para poder contribuir en la defensa de los derechos de las mujeres.

Experiencia:
Tengo experiencia desde los 16 años tratando con niñas y niños de 3 a 16 años, ya que he sido entrenadora de patinaje artístico, canguro y tutora de clases particulares de alumnas y alumnos de estas edades. He dado clases de lengua catalana, castellana e inglesa, sociales, historia, filosofía y matemáticas.

Las clases:
La finalidad última de las clases es que las niñas y niños aprendan. Por eso, el primer día me gusta ver un poco el nivel que tienen en la materia en cuestión y conocer a la alumna o alumno. Con esta primera toma de contacto, intento personalizar las clases para que se ajusten y sean lo más personalizadas posibles. De esta forma, las niñas y niños tienden a aprender sin aburrirse y a coger confianza, lo cual nos lleva a la finalidad última y a un proceso de aprendizaje muy positivo.

Las clases:
La finalidad última de las clases es que las niñas y niños aprendan. Por eso, el primer día me gusta ver un poco el nivel que tienen en la materia en cuestión y conocer a la alumna o alumno. Con esta primera toma de contacto, intento personalizar las clases para que se ajusten y sean lo más personalizadas posibles. De esta forma, las niñas y niños tienden a aprender sin aburrirse y a coger confianza, lo cual nos lleva a la finalidad última y a un proceso de aprendizaje muy positivo.