Laura C.B.

Mis clases dependen del alumno: primero, veo el contenido que está abordando y dónde parece presentar la dificultad. Posteriormente, identifico qué tema le vendría bien recordar y practicar para solventarla, y aprovecho cada clase para reforzar los conocimientos que considero que necesita más, a la vez que seguimos avanzando en el temario para estar al día con su curso.
También aprovecho las clases para que el alumno se familiarice con la técnica de estudios que mejor cuadre con su personalidad y le permita alcanzar sus objetivos.
Me gusta escuchar al alumno, que la clase sea un tiempo dedicado no sólo a abarcar la materia, sino a su desarrollo personal y a que consiga ver el beneficio práctico de lo que aprende.
Por citar sólo un ejemplo de los últimos años del que me siento especialmente orgullosa, pude ayudar a una alumna que parecía depender siempre de clases particulares a ser autónoma y pasar del pánico en los exámenes a la seguridad en sí misma y en el trabajo que habíamos hecho juntas.
También pude ayudar a dos alumnos de segundo de bachillerato que necesitaban subir nota y parecía que tropezaban en matemáticas a obtener los resultados que deseaban en unas clases de apoyo en un verano, reforzando conceptos básicos, que, al no dominarlos, les impedían avanzar.
Para mí, dar clases es algo vocacional, toda la vida me ha gustado estudiar y he disfrutado muchísimo con las matemáticas, y me gusta transmitir ese amor por el conocimiento a mis alumnos. Ojalá poder contactar contigo, que me lees, para que veas lo maravillosas que son. Un afectuoso saludo.