Laura Cueto

Mi experiencia con niños ha sido muy positiva. Normalmente solo se requiere un pequeño empujón para pasar de arrastrar una asignatura a aprobar o incluso sacar muy buenas notas. Lo importante es entender la materia al completo y crean un ambiente en el que el niño/a se sienta cómodo para participar y así aprender verdaderamente. He dado inglés y matemáticas a niños de la ESO y normalmente los problemas eran o timidez a la hora de participar en clase, considerarse estúpidos y por tanto dar por perdido su potencial académico o dificultad para prestar atención. Por suerte, el hecho de trabajar uno a uno, profesora y alumno, hace más difícil que se distraigan. Y, por supuesto, el acertar y progresar a mejor ritmo que en clase les hace ver que el hecho de ir mal en clase no es algo innato sino circunstancial, lo que acaba siendo una gran fuente de motivación a largo plazo. Espero poder satisfacer tanto la demanda de los padres como las necesidades de sus hijos y crear una sana relación con los estudios.